entrelaslineasJuan García Ponce, laureado con el Premio Juan Rulfo la noche del sábado pasado, estuvo presente durante la presentación que hicieran de su libro, los escritores Emmanuel Carballo y José de la Colina ayer domingo. Entre las líneas, entre las vidas, publicado por Oceano es la novela que resume la tinta de este polémico escritor y que fue presentado a manera de un recuento por los años y la vida del escritor yucateco.

Carballo y De la Colina, ambos identificados como la generación de La Casa del Lago, coincidieron en señalar que Entre las líneas, entre las vidas de García Ponce “es un libro para lectores exquisitos, para enterados y para aquellos que hayan leído a García Ponce en los 50 y en los 60”. José de la Colina enfático, al inicio de la presentación dijo: “Yo no vengo a rendirle un homenaje, sino una diatriba. Yo no entiendo todo este homenaje, es una pose de escritor héroe, pero porque Juan García Ponce disimula, en efecto, ser un héroe de la literatura”. Los presentadores mencionaron que cuando García Ponce colaboró para la revista Siempre se hizo una nueva manera de ver la literatura. Por su parte, Carballo recordó que Juan García Ponce es el escritor más interesante, significativo y honesto del siglo XX. “Como crítico actúa como un moralista, porque pone en práctica el inmoralismo”, apuntó.

La apasionante vida del escritor yucateco, su gusto por las mujeres, la noche, el alcohol y la contemplación, no pasaron por alto en el recuento que tanto Carballo como De la Colina hicieron de la vida de García Ponce. “Creo que es el primer escritor importante que trata a la mujer desde adentro. Un hombre que entendió a las mujeres como ningún otro escritor”, acotó Emmanuel Carballo, a la vez que De la Colina contó: “Cuando conocí a García Ponce, que tengo mis divergencias con él, porque yo lo conocí en el camión que nos llevaba a la Universidad, ahí empezó una amistad, una relación amor-odio. Juan era una especie de playboy yucateco. Como hombre de ideas no repite, cree en las ideas y ha sido fiel a sí mismo; él ha escrito cosas que no se pueden encontrar en otra parte”. “El erotismo empieza en serio en la literatura mexicana con Juan García Ponce, pues por primera vez comienza a sonar distinta la literatura mexicana”, apuntó Carballo.

Por su parte, De la Colina respondía: “En la obra de García Ponce el tema real de la idea es la literatura pornográfica, la literatura del deseo y esa idea del deseo más que la idea de la pareja, es una especie de santidad del deseo”. De la Colina mencionó que los nombres de Thomas Mann, Becket, Marcel Proust, William Faulkner, Joyce, no existen porque son las máscaras de García Ponce que se pone para ocultar esta idea del héroe literario”.

El héroe literario, escuchaba lo que sus compañeros de generación comentaban, un hombre para el cual leer es la vida.